jueves, 21 de julio de 2016
lunes, 14 de marzo de 2016
viernes, 15 de enero de 2016
domingo, 22 de noviembre de 2015
Conmemoramos
a todos los Santos, pero de una manera muy especial y muy hermosa. En la
Parroquia Nuestra Señora de las Lajas y la Parroquia San Lucas, celebramos con
muchas alegría y regocijo las consagraciones de los niños, niñas y adolescentes
de la Infancia y de la Adolescencia Misionera, queriendo reafirmar así su
compromiso misionero., para seguir
profundamente a Jesús y hacerlo conocer
a otros niños que todavía no han oído hablar de Él. Además quieren y desean
seguir orando por todos aquellos niños que sufren en distintas formas.
Los niños que se han consagrado desean llevar
con su espontaneidad, su alegría y su inocencia, el amor puro y verdadero de
Dios, en donde ellos se encuentren.
Les pedimos a los
padres que sigan acompañando y animando a sus hijos a querer ser más generosos,
para que sientan cada vez más que son llamados, para una bella misión, que es la
de anunciar con alegría el Evangelio.
martes, 27 de octubre de 2015
En la animación misionera estuvimos presentes algunas Hermanas Misioneras de la Consolata, dos padres de Misioneros de la Consolata, seminaristas del Teologado y Filosófico IMC, también estuvieron presente los Laicos Misioneros de la Consolata y el grupo de la parroquia la Infancia Misionera.
Hoy más que nunca la Iglesia pide que salgamos
al encuentro de nuestros hermanos que necesitan ser escuchados con misericordia
y ternura, acogerlos a todos en un abrazo fraterno. A la Iglesia le urge que
los Jóvenes, los Niños y los Adultos salgan a anunciar la Alegría del Evangelio,
con su testimonio de vida sembrando así en cada corazón el amor, la esperanza,
la consolación de Dios, a un mundo que está herido por la guerra, el odio, la división,
la venganza y la indiferencia.
Termino con una frase del Papa Francisco en la que nos invita
a salir de nosotros mismos y darnos a los demás sin reserva: “¡Tengamos también nosotros más
coraje para testimoniar la fe en Cristo Resucitado! ¡No debemos tener miedo de
ser cristianos y de vivir como cristianos!” Los cristianos, “debemos tener este
coraje de ir y anunciar a Cristo Resucitado. Porque Él es nuestra paz. Él ha
hecho la paz con su amor, con su perdón, con su sangre, con su misericordia”.
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