03.11.10
UN ENCUENTRO PERSONAL CON EL SEÑOR
Los laicos que trabajan juntamente con
las Hermanas Misioneras de la Consolata, tuvieron un encuentro personal y
profunda de la vida de Sor Irene Stefani Misionera de la Consolata, una joven
que dio su vida al servicio de lo más
necesitados, con cariño y dedicación, donó toda su vida para que las personas
del pueblo de Agikuyus (Kenya - África), conociera y amara a Jesús.
Al hablar de sor Irene Stefani, también
hacemos referencia a la vida de nuestro Padre Fundador José Allamano, porque
ella vivió con autenticidad la vida y la espiritualidad de nuestro Padre y con
su testimonio de vida que dejó a tantas personas como en Kenya, Tanzania, pero
en especial al pueblo de Agikuyus, que en el día de hoy todos la recuerdan con
cariño y aprecio llamándola “Nyaatha”,
que significa “la madre toda
misericordia”, ya que ella compartía con ellos las alegría, las tristezas, las
ilusiones y los sufrimiento de cada día.
José Allamano
recordaba a sus misioneros, que la finalidad del Instituto es: la Santificación
de todos sus miembros y la Evangelización de los pueblos. También les decía que
la misión es un medio para la santificación y esto lo entendió muy bien la
Hermana Irene Stefani, todo cuanto ella realizaba lo hacía para la santificación
de su propia alma y para todas aquellas personas que se encontraba en el camino.
Nada de lo que ella hacía le quedaba pequeño, todo lo realizaba por amor a Dios
y a los hombres.
Un amor que
es capaz de dar su vida por el otro, sin importarle el contagio que podía
causarle la muerte, ella lo asumió y lo vivió de una manera radical y en
silencio, ofreciendo a Dios todo lo que ella tenía y poseía.
En el día de su consagración a Dios por la
misión, Sor Irene había condensado en pocas líneas su programa de vida: ¡Sólo
Jesús!...Todo con Jesús... Toda de Jesús... Todo para Jesús / Nada para mí.
Estamos agradecidos a Dios por el don de la vida de sor Irene Stefani,
por habernos permitido profundizar su vida, ya que nos ha cuestionado mucho,
¿De cómo estamos viviendo la misión que Dios nos está regalando?, ¿Cómo estamos
viviendo la vida fraterna o la vida comunitaria? ¿Somos personas que estamos
llevando la verdadera consolación a aquellos que lo necesita? ¿Somos sensibles
ante los sufrimientos y la alegría del otro? Y la pregunta sigue en pie para
seguir profundizando e interiorizando nuestra vida y como nos estamos
relacionando con el otro
Gracias también al Padre Bernardo
Misionero de la Consolata por sus reflexiones, que nos ayudaron a profundizar
nuestro camino de vida como cristianos, laicos y religiosos.
Para finalizar les queremos dejar este pequeño mensaje:
Nunca es tarde para comenzar de nuevo, ni es tarde para seguir optando
por Jesús y por el otro.
Que somos frágiles, pues si lo somos porque somos humanos, pero a pesar
de nuestra fragilidad, Dios te escogió a ti y no a otro… “Él te escogió antes
de la creación, Él te consagro, para que fuéramos santos y sin mancha delante de
Él.” (Ef. 1,4)
Amar y hacerse santo es lo mismo…dejémonos amar
por Dios, para que el nos transforme y podamos así ser verdaderos y auténticos
misioneros, como lo fue Sor Irene Stefani. Que ella interceda ante Dios por nosotros, para que
podamos ser testigos vivos de su amor y que con nuestra vida anunciemos a Jesús
Verdadera Consolación de la Humanidad.
Sor Irene Stefani Ruega por nosotros.
Escrito por: Novicia Ana Luisa Castillo